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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

17 octubre, 2005
por admin
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Get-Together Weekend


Ayer cuando llegué de la excursión estaba muy cansado así que no escribí la crónica de la excursión, pero bueno, hoy que estoy más descansado voy a escribirla antes de que se me olvide.
Este fin de semana hemos estado de excrusión en Wiesbaden (Wiesbaden es la capital de Hessen, aunque mucha gente se cree que la capital de Hessen es Frankfurt) y en Rídesheim, y por el Rin, pero vayamos por partes.
La excursión empezó el sábado, la cita era a las 9:15 en la estación de trenes, así que me levanté un par de horas antes para no llegar tarde, me duché, desayuné y todas esas cosas y luego preparé la mochila con todas las cosas que había que echar, una muda para el domingo, artículos para la ducha, un paraguas y todo eso.
A las 9 menos algo me fui a coger el autobús urbano a la parada que hay enfrente de Karlshof y llegamos a la estación de trenes bastante bien de tiempo (los alemanes son bastante puntuales y los españoles tenemos una fama de impuntuales…), a las 9:40 salía el tren desde Darmstadt para Wiesbaden. Cuando llegamos allí nos dividieron por grupos para ver quien faltaba y todo eso (nuestra monitora no pudo venir porque estaba enferma) después fuimos todos juntos a ver el ayuntamiento de la ciudad y el parlamento de Hessen que están enfrente uno del otro, aunque sólo lo vimos por fuera porque no teníamos mucho tiempo. En las escaleras del ayuntamiento nos hicimos una fotografía todos los Erasmus que íbamos, aunque no quisieron coger mi cámara para hacer una fotografía de todo el grupo porque decían que ya tenían muchas, aunque nos comentaron que colgarían alguna fotografía en la web de IDEA.
Después nos fuimos a un parque donde había una fuente que echaba agua caliente, supongo que natural porque no tiene mucha gracia que la calienten para salir. Además el agua tenía un sabor extraño porque tenía muchas sales disueltas (Supongo que será como el agua de los Baños de Agua Hedionda de Martos), aunque yo no la probé, porque no me hacía mucha gracia beber agua caliente.
Despues nos fuimos a un parque donde comimos, y allí estuvimos bastante tiempo descansando, echados en el cesped y todo eso, incluso hubo algunos que aprovecharon para echarse una siesta.
A las 12:45 nos volvimos para la estación de trenes (No hay que dejar de olvidar que el horario alemán es muy diferente al horario español), y cogimos el tren de las 13:12 para Rídesheim, donde llegamos a las 13:43.
Rídesheim es un pueblo que está en el Rin y que tiene muchos cultivos de vid y producen mucho vino. Cuando llegamos al pueblo vimos que había una feria medieval con gente por la calle vestida de época y todo, y también vimos que había muchos turistas (evidentemente sin contarnos a nosotros, ya con los ciento y picos que fuimos…). Fuimos a un plaza céntrica y una vez allí nos dieron una hora de tiempo libre para que hiciesemos lo que quisiéramos. Cuando nos volvimos a reunir empezamos a subir el camino que hay hasta llegar al Niederwalddenkmal, que es un monumento a la unificación alemana y a la victoria sobre los franceses en la guerra de 1870. Es un monumento de bronce muy grande, y que está en lo alto de un monte al lado del Rin. Tiene un mural con todos los personajes claves en la historia de la época, el kaiser, el canciller Bismarck, etc.
Después de verlo, sobre las 5 de la tarde nos volvimos para el albergue donde íbamos a dormir, que estaba bastante cerca, a las 6 de la tarde nos pusieron de cenar, un guisado con pollo, verduras y champiñones con arroz blanco.
Después, a eso de las 7 y media organizaron una cata de vinos de la región, prepararon cinco vinos: tres vinos blancos, uno rosado y otro tinto, aunque yo sigo prefiriendo una buena manzanilla o un buen fino español.
Después de la cata de vinos nos fuimos a los sótanos del albergue donde había una pista con luces y eso y empezaron a poner música y allí estuvimos un rato, hasta que todo el mundo se cansó y se fue a dormir, aunque eso fue para las 3 de la mañana.
El domingo teníamos el desayuno programado a las 9 de la mañana, aunque yo a eso de las 7 y media ya estaba despierto, se ve que me estoy acostumbrando a los horarios alemanes…
El desayuno era del tipo alemán, es decir, mantequilla, mermeladas, (y demás variantes alemanas), embutidos, (quesos, salami), yogures, tomates y verduras en general, cereales, en fin, supongo que los alemanes no se lo tomarán todo.
Después a las 10 nos bajamos del albergue y nos fuimos para el pueblo otra vez donde cogimos el barco que nos iba a dar un paseo por el Rin.
El paseo empezó en Rídesheim y estuvimos dos horas en el barco navegando, hasta que llegamos a St. Goarshausen, que es otro pueblo que está en el Rin, aunque este ya no está en Hessen.
El paseo por el Rin fue muy bonito, yo no sabía que hubiera tantos castillos en el Rin, pero como era la frontera natural de Alemania, por ejemplo, los romanos establecieron su frontera en el Rin, pues se ve que ha sido siempre una zona muy fortificada, en fin, que es muy bonita, además estaba todo lleno de viñedos, todo verde, en fin muy bonito.
Cuando llegamos a St. Goarshausen subimos andando hasta lo alto de un cerro que está al lado del rio, Loreley, donde está una estatua que representa una antigua leyenda.
«Los marineros al acercarse a la zona oían unos cánticos, se distraían y se extrellaban, los cánticos los achacaban a un fantasma que habitaba por ahí»
En fin la típica historia que siempre se cuenta, la verdad es que en el cerro el rio hace una curva muy grande y tiene que ser difícil de tomarla para los barcos, pero es que hay que ver el tamaño que tiene el Rin y la cantidad de agua, acostumbrado a los rios españoles que son bastante pequeños y con bastante poca agua, cuando uno ve el Rin.
Pues allí fuimos a otro albergue donde comimos, unos filetes de carne con relleno, después nos quedamos fuera tomando un poco el fresco, también sentados en el cesped, y algunos aprovecharon para jugar al fútbol porque había un campo, aunque yo me quedé dormido, la verdad es que estaba reventado.
Después, a las 5 de la tarde nos bajamos al pueblo otra vez (St. Goarshausen) y cogimos el tren a las 18:29 que nos llevaría a Wiesbaden y de Wiesbaden de nuevo a Darmstadt.