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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

Feria de Granada

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El sábado pasado, Manolo tuvo una idea fenomenal: Ir a Granada a los toros, y de paso echar un día en Granada en la feria. Con las entradas compradas y todo organizado, el sábado en torno a las 12 ó las 1, recogí a Zafra, y rumbo a Granada.
Aparqué el coche cerca del piso de mi hermana, dejé la ropa en su piso, y luego para el centro, a la Plaza de la Pescadería donde estaba Manolo echando unas cañas, en el Cunini. Era ya un poco tarde y en seguida cerraron la cocina, así que tuvimos que cambiarnos a otro bar, en la plaza del Burro, donde hubo más suerte y pudimo pedirnos unas ricas racioncitas.
Con la barriga llena, y ya cerca de la hora de los toros, nos fuimos tranquilamente para la Plaza. Manolo y Lola se fueron con sus amigos al hotel, y nosotros con Alonso y Eli a buscar el coche de Alonso para irnos para allá.
Aparcamos en un parking cerca de la plaza de toros y para hacer tiempo mientras empezaban, lo que mejor se nos ocurrió fue echar una copilla en un pub «Tercer Aviso«; hasta que a las 7, más o menos, llegaron con las entradas y nos juntamos todos para entrar.
Los toros… eso es arena de otro costal. Tendido 3, sombra, fila 13, calor, apretujados, 6 toros 6, de la ganadería de Torrehandilla para Morante, el Fandi y Perera.
Desgraciadamente hubo mala suerte con los toros, bien fuese por el calor o por el motivo que fuera, los toros no tenían fuerza, caían mucho de patas delanteras y no embestían. Tanto fue así que dos tuvieron que volver a toriles y sacar a dos sobreros.
Morante con el primer toro no pudo sacar nada medio decente, mientras que con su segundo toro hizo una faena bastante buena, sobre todo viendo las circunstancias.
El Fandi, como siempre se vino arriba en Granada, con su toreo explosivo y atlético consiguó llevarse una oreja con el segundo toro.
Finalmente Perera también tuvo mala suerte con el toro (el primero suyo tuvo que ser devuelto a toriles) y si bien hizo lo que pudo con los toros no quedó al nivel de los otros dos diestros.
Después de los toros, eran ya casi las 10 de la noche, llegó Pedro, después de encontrar la Plaza de Toros nueva de Granada; así que a buscar unos taxis y para el ferial, antes de que fuera más tarde.
Buscamos una caseta donde picar algo para matar el gusanillo, y encontramos una (la marimorena o algo así…), con dos camareras muy apañadas, y después de tomarnos unas cervezas, unos rebujitos, unos pinchitos y una tortilla (y creo que no faltó de nada), nos fuimos a otra caseta. Esta vez a la «Rebotica», de la Facultad de Farmacia, donde nos volvimos a juntar más gente: Otra vez Alonso, Ana Sánchez y Pepe, más unos compañeros del Cisneros.
Después de ehcar unas copillas en la Rebotica y bailar un poco (o algo se intentó), cambiamos a la caseta de la Príncipe, que tenía nombre de palo de flamenco o algo así, allí seguimos un ratillo, continuando con el bello deporte de la barra libre.
Cuando salimos de esta caseta, estaban ya el resto cerrando, así que entro y las 5 de la mañana que eran ya, iba siendo ya hora de volverse a casa a dormir, aunque algunos siguieran con muchas ganas de marcha.
El domingo fue el día de la vuelta a casa, con mejores o peores caras, Zafra, Pedro y yo quedamos para volvernos, nos juntamos en Gran Vía, y fuimos a recoger el coche. ?Sorpresa, Sorpresa! El coche no arrancaba, menos mal que al final Zafra consiguió echarlo a andar. Acercamos a Pedro a la Plaza de Toros y camino para Martos, aunque un poco más y llego a Madrid (todavía está Pedro riéndose).
Y por la tarde, una buena siesta. ?A ver cuando repetimos!

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