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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

Puente del Corpus en la Alpujarra

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Trevelez
El fin de semana pasado, festividad del Corpus, con el que organizan la feria en Granada, me invitó Repiso a pasar el puente en su particular retiro en Bérchules, en las Alpujarras; ¿así que cómo poder negarme?
Total, el viernes lo pedí libre en el trabajo (todavía me quedan vacaciones del año pasado), y el jueves después de trabajar, me cogí el coche, metí el equipjae y rumbo a las Alpujarras: Autovía de Granada hasta llegar al desvío de Lanjaron (donde estaban haciendo la fiesta del Agua), y luego Lanjaron, í?rgiva y la carretera de la Alpujarra (Pampaneira, Capileira, Trevelez,…).
Casi a las 2 de la mañana entre unas cosas y otras hasta poder llegar a Bérchules. Allí estaba esperándome Repiso que había aprovechado para disfrutar del cielo, que tantas veces se nos oculta en las ciudades.
Al día siguiente, el viernes, aprovechamos para levantarnos tarde, perrear, disfrtuar del fresquito que había en Bérchules e ir a Lanjarón a comer (previo paro en Bérchules para tomar un aperitivo).
En Lanjaron, aprovechamos también para comprar carne y embutidos para la barbacoa del sábado, y de vuelta para Bérchules paramos en un cortijo donde elaboraban queso artesanal para que no faltase de nada.
En el Covirán de Bérchules terminamos de hacer la compra, y por la tarde sí que aprovechamos para dar una vuelta con la bicicleta: Hasta la junta de los ríos, un sendero no muy apto para la bicicleta de montaña, pero que se puede hacer casi sin ningún problema, y cortita, unos 10 km.
Al volver a Bérchules, sorpresa, estaban regalando buñuelos y chocolate en la puerta de la iglesia por ser el santo del pueblo. Cuando regresamos a la casa nos encontramos con una pareja de aventureros granadinos que conocían la casa de Adelina por haber parado una vez hace 20 años, y estaban buscando a algún conocido. Los invitamos a pasar e incluso nos invitaron a cenar, a cambio de pasar la noche en la casa. Toda una aventura la de recorrer las Alpujarras.
El sábado, después de desayunar, también cogimos las bicicletas, salimos de Bérchules en dirección a la sierra, con una subida de más del 10 %, tanto que el pobre de Repiso tuvo que volverse. Continuamos hasta que coronamos, y conectamos con un sendero que nos bajó hasta la carretera de Juviles a Bérchules, y al entrar al pueblo nos bajamos para la fuente agria. Una zona muy agradable para descansar un rato, viendo el paso del agua, muy relajante.
Al volver a la casa, empezamos a llegar los demás compañeros del Cisneros con los que habíamos quedado: Juanele e Irene, Miguel í?ngel. Ya todos juntos nos pusimos a comer comida alpujarreña: morcilla, longaniza, queso, faltaban los huevos fritos.
Por la tarde, después de una buena sobremesa, fuimos a repetir el sendero del viernes, pero esta vez andando, para ir quemando las calorías de la comida.
Al volver a Bérchules nos arreglamos y fuimos a tomarnos una cervecilla en uno de los bares del pueblo, y el domingo, sin madrugar mucho, tocaba ya despedirse de los amigos. Comimos en otro bar de Bérchules y después recogimos, para volvernos, ya cada uno a casa; esta vez bajando por la otra carretera de la Alpujarra (La que pasa por Cadiar).
Un buen fin de semana, bien echado en la Alpujarra.

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