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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

21 agosto, 2012
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Un Día de Cólera

Un Día de Cólera
Esta semana terminé de leerme «Un Día de Cólera«, una novela de Pérez-Reverte del 2007, en vísperas del que fue el II Centenario del 2 de Mayo de 1808. Una serie de libros escritos en cierto modo a semejanza (u homenaje) de los Episodios Nacionales de Galdós, y que comienza con «Cabo Trafalgar«.
La novela es fruto de un profundo trabajo de investigación, poniéndole nombre y apellidos a muchos de los protagonistas anónimos de los sucesos del 2 de Mayo.
Calentado como estaba el pueblo de Madrid contra la ocupación de los franceses, la sospecha de la intención de los franceses de intentar llevarse a Francia a los hijos de Carlos IV: María Luisa, reina de Etruria, y el infante Francisco de Paula. En el calor de las manifestaciones el pueblo empezó a atacar a los franceses, que juntos con algunos elementos del pueblo bajo hacen que toda la revuelta corra como la pólvora por toda la ciudad.
Poco a poco se van uniendo piquetes y grupos capitaneados por algún espontáneo que atacan a los franceses allá donde los encuentran.
Murat decide terminar con la revuelta de una forma ejemplar y sangrienta haciendo llegar a las tropas acantonadas en los alrededores de la ciudad, mientras que las autoridades y el ejército español muestran una actitud pasiva y colaboradora con los ocupantes. Tan sólo el cuartel de artillería de Monteleón, capitaneados por Daoíz y Velarde, ayudados por voluntarios de otras unidades y por algunos ciudadanos se enfrentaron a los franceses.
La novela termina con la brutal represalia de los franceses y los fusilamientos del 3 de Mayo.
Un desgarrador relato, lleno de crueldad y realismo de los sucesos del levantamiento popular del 2 de Mayo frente al que era el mejor ejército del Mundo.
Lo particular de este libro es la documentación que ha tenido que reunir Pérez-Reverte para poner nombre y apellidos, edad, profesión, lugar de nacimiento a muchos de los ciudadanos anónimos que participaron en las revueltas. Tanto nombre y dato hace que a veces el relato sea un tanto difícil de seguir, pero interesante de todas formas por la narración que hace de estos hechos.

21 agosto, 2012
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Adiós Muchachos

Adios Muchachos
Un libro que me regalaron en Cuba estas vacaciones fue «Adiós Muchachos», del escritor uruguayo – cubano Daniel Chavarría.
Publicada en 1995, en pleno periodo especial, la gran crisis que padeció Cuba tras el colapso del bloque del este, comienza contando la historia de Alicia, una joven blanca y rubia cubana, que después de abandonar sus estudios universitarios comienza a prostituirse por las calles de la Habana, donde atrae a ricos extranjeros hasta su casa donde utiliza unos trucos bien planeados, para comenzar relaciones esporádicas e irle sacando el dinero poco a poco hasta que encuentre uno lo suficientemente rico como para que la saque de la isla.
En estas, llega una empresa canadiense a montar una empresa turística dedicada al submarinismo, en búsqueda de galeones españoles donde poder llevar a los turistas. John King, uno de los empresarios descubre a Alicia y comienzan a trabajar de forma conjunta: John paga y Alicia actúa. Todo está muy bien, hasta que se ven implicados en un asesinato que tienen que resolver entre John y Alicia.
Una interesante novela, con un retrato del panorama cubano de los años 90 y 2000, la pobreza, la necesidad de buscarse la vida, las famosas y conocidas jineteras, el turismo sexual,… para luego entrar en un thriller. Una interesante novela para conocer un poco más sobre Cuba. Corto y fácil de leer, muy entretenido.

21 agosto, 2012
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Alcaudete – Luque – Albendín

Carretera de Albendín
El pasado sábado 14 tenía ganas de coger la bicicleta, y después de haber hecho la rutilla de Albendín con la moto, decidí repetirla con la bicicleta, pero al revés: Salí de Martos, por la carretera de las Casillas, me subí el puerto del Villarbajo, para llegar hasta Alcaudete y salir ya por la carretera de Málaga, en dirección a Luque, una zona bastante más llana y donde se rueda más rápido que la anterior, para desviarme por la carretera de la Laguna del Salobran, más estrecha y con más sube-baja, pero sin mucha complicación.
Aproveché para tomar alguna fotografía de la laguna y disfrutar de las vistas de las sierras que rodean Martos (Ahíllos, Caracolera, Grana y Jabalcuz).
En Albendín paré para tomarme una Coca-Cola en un bar, y luego proseguí por la ruta, ya muy concocida de Albendín – Monte Lope Álvarez – Martos.
Al final, 95 km. en 4 horas, con 1600 metros de desnivel y 2600 kilocalorías gastadas. ¡Ahí es nada!