Mi Blog

Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

22 octubre, 2018
por admin
Sin comentarios

Sello con tinta térmica

Sello con tinta térmica estadounidense.
Si bien no es el primer sello con tinta térmica que he visto (creo que ese fue el que dedicó Correos a la Abadía del Crimen el pasado año 2017, con un valor facial de 0,60 Euros (tarifa A2 de aquel año): este es el primero que me ha llegado a la casa y he teñido oportunidad de trastear con él: muestra un eclipse total de Sol; cuando la tinta está fría vemos el eclipse tal y como lo observaríamos en la realidad, el disco negro de la Luna sobre los rayos brillantes del sol; mientras que al calentar la tinta podemos ver una fotografía de la superficie de la Luna sobre el Sol, como si fuera Luna llena.

22 octubre, 2018
por admin
Sin comentarios

Una carta de hace 100 años

img20190407_22572978
Hace ya muchos años en Enguera, mientras inspeccionaba unos libros antiguos, guardado entre las páginas de uno de ellos salió la carta que traigo hoy aquí; escrita por José Pérez; hermano de mi bisabuela Matilde, natural de Enguera que debió de nacer a finales del siglo XIX y que murió a los pocos días de enviar esta carta, en 1918; en un viaje de negocios de la época; justo cuando España, y el resto del mundo, estaba siendo azotada por la «gripe española», la pandemia que asolaba medio mundo, pero que sólo España publicó al ser un país neutral en la I Guerra Mundial.
Así dice
«Valencia 22/10 – 918
Sr. Dn. José Pérez
Enguera
Querido Papá: Mañana Dios mediante en el tren de las 12 ó en el de las 7 tarde saldré en dirección a esa con el fin de continuar viaje hasta fines de Diciembre.
Los encargos que V. me hizo trataré de hacerlos esta noche y mañana
A Dios hasta la vista
Pepe»
Una máquina del tiempo que nos ha llegado hasta nosotros, contándonos usos y costumbres de la época: como se dirigían a los mayores, la forma de transportes,… 100 años 100, y por medio toda una revolución en casi todos los aspectos de la vida.
¿Cómo se verá esta carta dentro de otros 100 años? ¿Y nosotros? ¿Seremos capaces de dejar algo parecido en esta época de comunicaciones virtuales y electrónicas?