Antes de Navidades, Adelina tuvo la ida de hacer un amigo invisible entre la pandilla de Granada; así que nos ilusionamos, nos vinimos arriba y todos quisimos participar; así que a los pocos días recibimos en el correo con la persona a la que le íbamos a hacer el regalo.
Ahora lo difícil fue ponernos de acuerdo para juntarnos todos… Hasta que todos pudimos coincidir en una fecha; pero al final conseguimos ponernos de acuerdo la noche del viernes 18 para cenar en casa de Emilio, para así poder ver al pequeño Bruno y que no fuese mucho quebradero de cabeza.
Al final, a mí me tocó María, y el nuevo Centro Comercial Nevada nos ayudó bastante, y a Sandra… le toqué yo. Un bonito viaje a Faunia en Madrid ¡a ver unos pingüinos!
22 enero, 2019
por admin
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